El conocimiento es bastante importante, porque nos lleva a las fuentes del saber, y podemos abordar el tema que nos ofrece el día. Las fuentes del saber, son el mundo que nos rodea, donde la variedad de objetos, nos permiten tener un mejor razonamiento, sobre nuestro alrededor.
Hay que tener en cuenta qué queremos saber, qué queremos explorar, porque la naturaleza nos entrega una gran gama, que hay que entender y tener la facultad para elegir en ese infinito número de cosas, una que nos permita dirigirnos a algo en específico.
Creemos que la naturaleza es la fuente para recobrar la razón, y regresar al pasado que nos ha permitido entender la vivencia, que de pronto, hemos dejado y hemos tomado caminos escabrosos que no tienen la respuesta, o el conocimiento que buscamos, para entender la mente del hombre, sus comportamientos y su cultura.
Cuando el hombre desconoce la naturaleza, se desconoce a sí mismo. Por lo cual no puede entender a su familia, a su prójimo ni a sus vecinos, porque la mente o las neuronas, están con muy poca información sobre estos mundos.
Así el hombre no entiende a sus hijos, ni a su esposa que sufre, porque el conocimiento que tiene el hombre es muy escaso, y como no invierte más tiempo preparando su mente, por lo tanto este escaso conocimiento, lo vuelve, violento.
Eso es lo que pasa con el ser humano, que deja sus estudios, echa a un lado el conocimiento y le cierra la puerta con la indiferencia,
Ese infierno lo ha adquirido, porque su información psíquica, ha consumido la poca gracia del saber que es tan indispensable, para vivir una vida con un cerebro ocupado, que no le permite ofender o lastimar a la familia de la tierra, que no va a chocar con la ciencia y el conocimiento.
Ha surgido un efecto en que las neuronas, se han refrescado, y entonces sus acciones dejan la huella, tanto en la expresión como en la actitud que favorecen la mente, y el conocimiento continúa tratando al hombre que por no tener argumentos, discute y se convierte en un violento, debido a que no le ha permitido al conocimiento, ordenar las neuronas, para que ellas, en su unidad, puedan transmitir al mundo que clama por la paz, un sonido de gracia y amor.
"El conocimiento es la miel que expresa el sabio en sus labios, más el sin cultura, es rabioso y cambiante"
FP
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