Leonel Trillos, es un hombre que ha estado incursionando en la literatura, tanto cristiana, como científica. Vive al pie de la montaña, desde donde disfruta un panorama muy agradable, por la vista panorámica que se ofrece hacia el oriente, involucrando la visión sobre nuestro terruño, que se deja ver como si fuera un cuadro que muestra a Otaré, en el silencio de la visión ausente, pero que cada día, contemplan desde el filo de Simaña, este cuadro que es representativo, para las regiones que lo rodean.
Este joven con su esposa e hijos, en medio de esta cultura natural, se dedican a cumplir con sus deberes, como cualquier otra familia en esta cultura occidental, donde el conocimiento ha venido siendo un asunto muy interesante.
Hay otras familias que también están despertando de ese sueño donde el hombre no podía despertar, porque el conocimiento jamás se había acercado para llamarlos y sugerirles que la verdad, es una cultura que nos compete a todas las familias del jardín, que hemos creído que la imaginación, es uno de los potenciales de la psíquica del hombre, que se debe tener en cuenta, en el mundo de hoy.
Estábamos hablando con él, sobre mi primer obra que es: "Los Jeremías año 2000 El León de la tribu de Otaré", y analizábamos la importancia de la ilustración, y la metáfora; y me decía que a él le había llamado grandemente la atención, la metáfora sobre el armadillo, que recoge las hojas y hace un nido con ellas, y a medida que pasa el tiempo, este cuadrúpedo de las montañas de Otaré, sigue sin darse cuenta, llenando cada vez más su cueva de hojas.
Cuando él ve y siente que está muy llena, digamos la sala, en este lenguaje figurado, sigue transportando hacia otra cueva, que está vacía y que él ve necesario seguir llenando, así como algunos hombres, que llenan su casa de libros y literatura, que lo mantienen dormido.
La mente de Leonel Trillos, es receptiva a esta lengua y puede comprenderla fácilmente, debido a que la tierra, es una academia muy efectiva, y tiene sus docentes en los cuatro puntos cardinales del cosmos.
Ahora ha llegado la posibilidad de que Otaré, tenga la Internet más amplia y precisamente, a unos cuantos pasos de esta familia Trillos, se colocó una antena que permite que los moradores de esta región, estén conectados con el mundo de las comunicaciones y la sabiduría cibernética.
La promesa para la humanidad, es que conoceremos la ciencia, y el conocimiento, nos enseñará a amar a Dios, la naturaleza, la familia, la laboriosidad, la responsabilidad, la bondad, y esto es lo que cuenta.
Porque donde no hay conocimiento, hay confusión, donde no hay amor, hay sufrimiento y muerte; y donde no hay investigación, conocimiento y cultura, hay esclavitud.
En el mundo, sabemos que hay muchos hombres como Leonel Trillos, que con su familia, están contemplando la aurora del conocimiento, que así como el nacimiento del sol, empiezan a darse cuenta, que es el mismo proceso.
Y la naturaleza, va a seguir levantando hombres, familias y culturas renovadas, para su propio beneficio natural.
"Trabajar en pro de esta educación superior, es de la familia pensante, es de la familia precavida y es de todos los estamentos de la ciencia y civilización de la tierra"
F P
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