El proceso de PAZ en Colombia, con las FARC, nos debe centralizar en el objetivo principal, que es el perdón y la reconciliación; y ver cómo a esta gente se le facilitan los medios, para que sean recuperados totalmente a través de la educación, que es la que puede brindarles, un conocimiento que llenará ese vacío que hay en la mente de estos hombres y mujeres, que descuidaron el conocimiento que es tan importante en la psíquica del hombre.
Hay muchos de ellos que no realizaron sus estudios y que ahora en este proceso de paz, comienza en ellos a despertar las ideas positivas que estaban ocultas, por un concepto de poder que se adquiriría a través de la fuerza y la violencia.
Cosa que los ha hecho reflexionar grandemente, en estos últimos días, y están procediendo a creer y ver que la educación los puede transportar a un nivel superior de vida, donde los demás seres humanos, los vean igualmente ocupados en la búsqueda de una mejor calidad de vida, y con un espíritu entretenido entre la familia, la recreación y la sociedad.
Muchas mujeres de las FARC, ven esto como la promesa de un nuevo mundo, que no habían conocido y que estaban totalmente lejos de que hijos, pudieran alcanzar el objetivo más grande que un hombre, debe colocarse en la vida, y es caminar hacia el mundo de la civilización y cultura, que se logra con una quietud de mente, que le permita la tranquilidad y la seguridad, de que la guerra, no se hizo para la gente, no solamente que ama el futuro, sino que cree en la vida familiar.
Los niños en esta batalla de más de cincuenta años, unos murieron peleando, otros estuvieron en la cárcel, otros quedaron discapacitados, otros perdieron a su familia y otros lograron llegar con vida al acuerdo de paz.
Pero así como la familia de Lot, en la metáfora, donde unos se quemaron, otros en ese juego nunca conocieron la salida o no la hallaron, es algo que me pone a pensar que esta metáfora de la ficción, que describe el Sociólogo Moisés, nos muestra un cuadro totalmente infernal de la vida humana, que deja ver que las familias, que creen en la cultura de Sodoma y Gomorra, estarán sus hijos, amigos y aliados, en un juego que destruye sus patrimonios, sus esperanzas, y que arde el corazón debido a que el mundo que los contempla, sabe que arden en el espíritu y cultura de la venganza, que siempre ha mantenido el hombre fugitivo entre las culturas del jardín.
Creemos que el propósito de las FARC, de entrar en estos acuerdos para salir del fuego de la Sodoma y Gomorra humana, es algo que a nosotros los colombianos, nos debe interesar mucho. Y al mismo tiempo, ayudar, debe ser nuestro lema, en este proceso de que esa nube de fuego de la que ha salido esta guerrilla, se apague y puedan tener una vida digna en el estudio, trabajo y realizaciones personales, que en cada uno de ellos, existe.
Los comentarios negativos a este proceso de paz, se han dado, y se seguirán dando, porque es el fuego de Sodoma, en nuestro propio mundo occidental, que no quiere apagarse y continúan como la mujer de Lot, mirando el pasado sin espíritu de perdón y cuestionando el presente, sin el amor fraternal.
F P
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