Las tortugas verdes, en el lecho marino, son el epicentro que nos invita a observar el panorama que se muestra entre las mismas aguas del lecho marino, con un colorido, y un sabor que despierta a las tortugas, que rodean dicho lecho, para acercarse a la hembra de inmediato, y darle un suave mordisco.
Sin muchos protocolos, porque en esta cultura de tortugas verdes, no se cree en las promesas, ni tampoco en la tardanza del amor. Esto hará pensar a la humanidad que muchas veces, necesita un protocolo de cinco años, para finalmente darle el beso del amor a su elegida, en un compromiso donde las dos familias y los amigos de las familias, están presentes.
Aquí la naturaleza, dicen las tortugas verdes, que en su cultura, las cosas en este aspecto de compromiso de pareja, son diferentes. Que esta es cultura, y que existe en el mundo, no solamente acuático o marino, sino que también hay seres humanos, que en la espontaneidad del amor, no necesitan protocolos, es decir, los largos años de espera, que es enfermizo.
A mí me ha llamado grandemente, la atención de estas tortugas, su comportamiento y su manera de reproducción. E igualmente, las aguas en este lecho, alimenta el amor y sostienen la procreación que se ve desde este punto de vista del mundo marino.
En este perfil, que nos ofrece la tortuga verde, encontramos otra manera de pensar, y podemos hacerle un click a esta página virtual del amor de estas tortugas que sobreviven en este mundo, donde todo el hombre la critica, sin el entendimiento para resolver el mordisco de la promesa del amor, con su esposa.
Aquí en el mundo de estas aguas, la vivencia de estas tortugas, siguen siendo la inspiración para poetas, científicos, cristianos y terapistas, que buscan entender mejor el compromiso de ese primitivo beso que le dieron a su pareja, en símbolo del mordisco que da la tortuga verde a su pareja.
Acerca de este compromiso apresurado para muchas culturas, se han escrito muchas hipótesis donde se cuestiona este ejemplo de las tortugas, manifestando que no lo debemos tener en cuenta, otros creen que practicar o vivir el amor como las tortugas, no tiene sentido, porque no hay acuerdos mutuos entre las dos familias de tortugas verdes marinas, que no han tenido el tiempo para conocerse, y otros creen en el asunto de estas hipótesis que ese ejemplo del mordisco, no va con ellos, porque nos estarían transmitiendo las tortugas, una relación tendiente a la violencia en las caricias o muestras de afecto.
En todas las culturas del jardín global, hay tantas hipótesis que la ciencia, ha estado investigando para que la vida de estas tortugas, se conserven y nos pueda servir desde muchos puntos de vista, del cual el ser humano, así lo requerirá.
Seguimos creyendo que el amor no solamente es un mordisco para nuestra lengua humana, lo es, sin embargo, en la lengua de las tortugas verdes, es un delicado beso de compromiso, sin las arras que para la mayoría de los que las acostumbran, significan: confusión.
El amor en sus diferentes perfiles naturales, necesita la consulta a la Psicología, para que ella pueda dar razón de ciertos comportamientos del hombre, que no entiende la cultura del amor, y entonces en vez de hacer feliz a su esposa, la agrede y la violenta sexualmente. La inteligencia siempre estará haciendo el click en la sabiduría y ciencias del amor.
Sin muchos protocolos, porque en esta cultura de tortugas verdes, no se cree en las promesas, ni tampoco en la tardanza del amor. Esto hará pensar a la humanidad que muchas veces, necesita un protocolo de cinco años, para finalmente darle el beso del amor a su elegida, en un compromiso donde las dos familias y los amigos de las familias, están presentes.
Aquí la naturaleza, dicen las tortugas verdes, que en su cultura, las cosas en este aspecto de compromiso de pareja, son diferentes. Que esta es cultura, y que existe en el mundo, no solamente acuático o marino, sino que también hay seres humanos, que en la espontaneidad del amor, no necesitan protocolos, es decir, los largos años de espera, que es enfermizo.
A mí me ha llamado grandemente, la atención de estas tortugas, su comportamiento y su manera de reproducción. E igualmente, las aguas en este lecho, alimenta el amor y sostienen la procreación que se ve desde este punto de vista del mundo marino.
En este perfil, que nos ofrece la tortuga verde, encontramos otra manera de pensar, y podemos hacerle un click a esta página virtual del amor de estas tortugas que sobreviven en este mundo, donde todo el hombre la critica, sin el entendimiento para resolver el mordisco de la promesa del amor, con su esposa.
Aquí en el mundo de estas aguas, la vivencia de estas tortugas, siguen siendo la inspiración para poetas, científicos, cristianos y terapistas, que buscan entender mejor el compromiso de ese primitivo beso que le dieron a su pareja, en símbolo del mordisco que da la tortuga verde a su pareja.
Acerca de este compromiso apresurado para muchas culturas, se han escrito muchas hipótesis donde se cuestiona este ejemplo de las tortugas, manifestando que no lo debemos tener en cuenta, otros creen que practicar o vivir el amor como las tortugas, no tiene sentido, porque no hay acuerdos mutuos entre las dos familias de tortugas verdes marinas, que no han tenido el tiempo para conocerse, y otros creen en el asunto de estas hipótesis que ese ejemplo del mordisco, no va con ellos, porque nos estarían transmitiendo las tortugas, una relación tendiente a la violencia en las caricias o muestras de afecto.
En todas las culturas del jardín global, hay tantas hipótesis que la ciencia, ha estado investigando para que la vida de estas tortugas, se conserven y nos pueda servir desde muchos puntos de vista, del cual el ser humano, así lo requerirá.
Seguimos creyendo que el amor no solamente es un mordisco para nuestra lengua humana, lo es, sin embargo, en la lengua de las tortugas verdes, es un delicado beso de compromiso, sin las arras que para la mayoría de los que las acostumbran, significan: confusión.
El amor en sus diferentes perfiles naturales, necesita la consulta a la Psicología, para que ella pueda dar razón de ciertos comportamientos del hombre, que no entiende la cultura del amor, y entonces en vez de hacer feliz a su esposa, la agrede y la violenta sexualmente. La inteligencia siempre estará haciendo el click en la sabiduría y ciencias del amor.
"En la vivencia del mar, vive el hombre inteligente, y en la cultura del mordisco del amor, se recrean sus almas"
F P
No hay comentarios:
Publicar un comentario