Las letras, tienen sus propias llaves, y cada una de ellas, hay que abrirla con una llave que se le llama: conocimiento. Quiero compartir esta página, dejando en claro que con las letras misteriosas, hay que incursionar en ese mundo, así como lo hace un escalador, no solamente con sus herramientas, sino con la certeza de que la asesoría científica, o el estudio, nos responderá a la hora, ya sea de escalar o de descender.
En mi caso, lo hice solo, pero siempre tuve a la mano, las herramientas científicas, para poder coger letra por letra, y quitarle ese efecto que la convierte en misteriosa. Al incursionar en hacer los ajustes a dichas letras, me pude convertir en un Filósofo y poeta, así como hoy en día, me conoce el mundo de Google, de Youtube.com, de Twitter, de Facebook, entre otros.
La verdad es que tuve que luchar con los libros, sin embargo, ellos fueron cediendo cuando empecé a estudiar las ciencias, las letras no resistieron el calor de mi intelecto, y empezaron a ablandarse y a convertirse en tinta que se podía recoger en vasijas, y solamente quedaba lo que llamamos, los símiles naturales, que estas letras poseyeran.
De esta forma, me di cuenta que tenía una riqueza extraordinaria, porque cogía las letras hebreas de la Biblia, y dejaba a un lado el símil natural, y así podía montar un verso nuevo, en el taller de mi propio pensamiento.
Porque me percaté de que ya la tinta hebrea, no es de gran admiración en nuestros días, para esta nueva cultura del siglo 21. De esa manera, incursioné en el mundo de una filosofía de libertad, conciencia y raciocinio.
Empezamos a contactarnos para que este conocimiento llegara a todas las culturas posibles del jardín global. Y es una Filosofía que le permite al hombre inteligente, incursionar cada día en un conocimiento que no compromete al lector principalmente, ni tampoco le es misteriosa, como lo es en el caso de la Biblia, que siempre sus misterios, nos llevan a un conocimiento que no es muy fácil para el hombre pensante, mantener a flote en ese mar de ideas, donde la humanidad, ha caído.
Es necesario que el hombre conozca su espíritu de ángel, que lleva dentro de sí mismo, y no seguir a ángeles que realmente la pedagogía filosófica, nos enseña que no existen y que necesitamos es tener una cabeza bien alimentada del néctar y del conocimiento de nuestro jardín.
Este asunto, de creer en nosotros mismos, es muy importante de resaltar, no se trata de que sigamos creyendo en seres o espantos, sin cabeza, he ahí la voz del que interpreta las letras y la música de la armónica que suena en nuestras culturas de este eterno jardín global.
"El misterio de las letras, lo cree el que no usa las ciencias, y el raciocinio de nuestras culturas del jardín de hoy"
F P C
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