lunes, 28 de agosto de 2017

LA SINFÓNICA DEL PENSANTE

La construcción del carácter, necesita una continua conexión con el mundo abierto que lo rodea, y entonces las virtudes y los valores, se fusionarán y el hombre, tendrá no solamente un carácter pálido, sino que ha sido alimentado, porque cada día, lo va enriqueciendo el valor que hace que los principios, coordinen en el conjunto de ideas que dirige el carácter, como si fuese el músico principal del cerebro.

Cuando la persona no entiende las palabras, al dar instrucción sobre estos temas y no tiene información en sus neuronas que acompañen a ese músico principal que llamamos carácter, estoy seguro que no sabe lo que hace.

En el mundo de la música y la composición, se necesita saber principalmente, lo que se está interpretando y el conocimiento de los valores que son el alma del carácter, que son indispensables para que el estudiante en todas las dimensiones y culturas humanas, conozca este principio indispensable.

Podríamos decir que carácter equivale a conocimientos que están bien repartidos en cada neurona, para que ella a su vez esté conectada con todos los circuitos en el programa llamado: carácter.

Una de las cosas que es indispensable, es fomentar la alegría, y es cultivar el principio musical que todo ser humano, posee por naturaleza.

Cuando este principio se cultiva, se puede convertir en un semillero de ideas que las neuronas elegirán y las pondrán después que ellas las hayan alimentado, y entonces ya procesados, el carácter las tendrá en su sinfónica llamada: neuronas, que suenan al unísono cuando este intérprete, así se los pida o sea necesario.

El cerebro tiene todo lo que el hombre necesita, y en este caso, el carácter como está alimentado y fortalecido, tiene las herramientas pedagógicas, para interpretar, su propia sinfónica.

Es un poco difícil, pero nada le es a la neurona, lograr los pedidos que el carácter a todo momento le está solicitando para transmitir al mundo que no ve, pero que siente. Así que la maquinaria del pensamiento, tiene secretos por revelar, y tiene un orden que es el que escuchamos.

Cuando el hombre transmite con su sinfónica invisible, lo que transmitía Beethoven, uno entre tantas muestras, donde las neuronas que fueron valoradas y alimentadas por el canto que tiene internamente el corazón, nos sigue sorprendiendo por los mecanismos educados de estas neuronas que responden al carácter, porque son parte de esa cultura de miembros pensantes, que quieren conocer más el mundo visible.

Sin embargo, Beethoven, interpreta o escribe sus sinfonías, seguramente desde lo oculto de ese mundo donde él de alguna forma, pudo darle a su vida, un valor tan importante en este género ya que incluso, nosotros, aún hoy en día, estamos  escribiendo acerca de este carácter, y de estos valores que son un ejemplo mundial.

La vida es una complejidad por dondequiera que la miremos, pero podemos decir que toda criatura, tiene su música y que la mayoría de los seres humanos, al desconocer lo que es la cultura del carácter y de la psíquica del hombre, no puede ver ni descubrir esa sinfónica que está allí esperando que se le valore a través de la cultura global, y la academia sea llevada a la sinfónica humana, que es el alma y la cultura de Beethoven.

Así podemos decir que el carácter necesita ser fortificado y para esto se ha proyectado lo que llamamos conocimiento, arte, sociología y ciencia, que son los tutores de las sinfónicas humanas pensantes.

"La naturaleza, tiene sus ritmos y el inteligente, los interpreta en el color de la sabiduría de la tierra
F P C

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