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Este sábado pasado, me encuentro en el parque, a un hijo de una familia en Otaré, muy apreciado, debido a que sus padres, han sido un ejemplo en sabiduría, amistad e instrucción. Esta vez quiero referirme a José Domingo y su esposa Graciela Molina. Quienes eran unos vecinos muy respetuosos, y lo que más aprecio de esta familia, entre otras, es el servicio.
Al encontrarme con este amigo, nos pusimos a recordar aquel pasado de nuestra niñez y adolescencia, cuando su padre nos prestaba los asnos para cargar la leña hacia el pueblo. Resulta que al entrar en la finca de ellos, permanecían recuerdo tanto, una pila de leña, que su padre, cortaba con tiempo para suplir las necesidades de fuego en su hogar.
Este servidor observaba cada vez que iba a solicitar los asnos prestados, dicha pila de leña cortada. Y hablando acerca de las malas costumbres, o los malos hábitos, nos referíamos a que este servidor, podría haber cargado los burros con la leña que José Domingo, tenía allí, en su propia finca.
Y luego más tarde, traer los asnos y todo por unos instantes, hubiera sucedido en forma normal. Pero lo interesante de esta historia, es que él nos presta sus asnos, pero no nos entrega la leña cortada, para que fuésemos a Otaré, a venderla, sino que nos presta lo más importante que son los asnos, en el campo, para que nosotros, produciésemos los veinte pesos que valía la carga de leña, conforme ya he narrado sobre este precio, en otros textos.
Y esto era el tema de conversación con su hijo, admirando la sabiduría de su padre, ya que él, hubiese podido haber dicho: "no se preocupe, yo le voy a regalar los cincuenta o sesenta pesos", ya que él los tenía, pero su ciencia en la amistad, consistió es en darnos una ayuda superior a los sesenta pesos.
Porque nos hubiese hecho un mal en el sentido de que nos estaría proponiendo una vida sedentaria, y tomando la responsabilidad de mi papá en el hogar, e incluso la de este servidor, que siendo aún un adolescente, nos hubiese mantenido.
Y la ociosidad, lleva al joven a caminos que le parecen de buena vida, pero en realidad, es el principio de una vida, sin responsabilidad consigo mismo, con la familia y con la sociedad. Esto es una actitud positiva de esta familia en Otaré, que tenía sus límites con la finca de mi tío Cosme Jiménez.
Así charlábamos en la plaza 29 de mayo de la ciudad de Ocaña, reconociendo la sabiduría y la inteligencia de don José Domingo, que no nos prestó un anzuelo, sino que nos prestó tres. Entre mi papá y yo, atendíamos los tres anzuelos que equivale a tres burros.
Y en ningún momento, abusamos de su corazón bondadoso, cuyo testimonio se extendería al mundo de las culturas y la ciencia. Y los tres asnos, nos sirvieron para poder entrar a contar acerca de esta familia, que aún decíamos con su hijo, que la honradez es algo fascinante, porque si yo fuese a su casa o a su finca, en esta época, él ya tiene una referencia muy definida sobre este servidor, en caso de que necesitare algún servicio de su parte.
Mis agradecimientos en nombre de mi familia: Trigos Jiménez, para esta familia que hacen parte de mi cultura, por la instrucción y el amor conque vivimos esta experiencia.
Los invito a apreciar este video que se titula: EL BURRO PEDORRO DE BACERAC .wmv. de una duración de: 0: 24, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=zsZe4-L3Cx8
"La honestidad del vecino, llevará a la familia, a un desarrollo cultural y científico"
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